lunes, 1 de septiembre de 2008

epica en Chile






Luego de una serie de problemas con los lugares donde los conciertos de Epica se realizarían, finalmente el primero se realizó el 16 de diciembre en el Teatro Providencia.

La velada comenzó con pocas personas, pero con toda la alegría de ver a la banda oriunda de Holanda. Aproximadamente a las 21:50 partió el show, la primera canción fue Hunab K’u de la placa Consign To Oblivion, creo que fue una muy buena elección porque empieza instrumental y luego se incorporan las voces de un coro, el sonido impeque y el grupo se mostró muy agradable desde la partida.

Luego vino Dance of Fate, también del segundo disco, en este tema se destacó la voz y la belleza de Simone, con algunos coros y partes lentas demostró que puede matizar sin caer en errores, la interpretación y la puesta en escena me parecieron interesantes, se notaba la humildad de los holandeses.

Con el público ya enfervorizado empezaba a sonar la tercera canción: The last crusade, un poco más pesada que las anteriores, con más saltos y cabeceos por parte de los asistentes y de la agrupación, que se notaba muy cómoda. Con el pelo al viento Simone continuaba cautivando a sus admiradores y de vez en cuando se caminaba por el escenario para acercarse a toda la gente.

Estos temas eran los primeros del Consign To Oblivion, muchos creímos que tocarían el disco entero, sin embargo, el cuarto fue Sensorium de The Phantom Agony, su primer lp. Esta fue la primera canción con voces guturales a cargo del primer guitarrista; Mark Jansen, con la cual se cambió un poco la línea que llevaban con el repertorio que habían tocado hasta el momento.

Y volvieron nuevamente a la segunda placa con Quietus, canción que a mi parecer suena muy medieval en su inicio, después entran las guitarras y el sonido “más pesado”.

Los integrantes de la banda se cambiaban de lugar y animaban a la gente, el que menos se movía de su lugar era el Ad Sluijter, el segundo hombre a cargo de las seis cuerdas.

Seif al Din fue el sexto tema. Extraña composición que tiene incorporados varios elementos, de la mano de una melodía media árabe bailaba y cantaba sensualmente Simone y regresaba la voz gutural de Mark, hasta el momento era la canción más larga. Seguido de ésta comenzaba a sonar Illusive Consensus, que al igual que la anterior corresponden a The Phantom Agony. Con una potente batería continuaba la presentación de Epica; no tardó en aparecer la bella voz de Simone quien se veía tranquila, en lo que iba de espectáculo no noté desafinaciones.

La octava canción fue una versión acústica de Feint, tema perteneciente también al primer disco de la banda. Sólo sonaba el teclado de Coen Janssen junto a la voz de Simone. En esta parte del show hasta los hombres con poleras de bandas malulas se notaban emocionados.

Blank Infinity y Mother Of Light de Consign To Oblivion, eran los siguientes temas Con muchas luces algo molestosas para el público, pues creo que la banda está acostumbrada, continuaba, una presentación que para mi gusto fue muy buena, el Providencia creo que es uno de los lugares que mejor suenan. Y cada miembro del grupo aportaba positivamente a las interpretaciones.

Mother Of Light fue para mí el mejor tema de la noche, sólo por gusto personal ya que, se mezcla la voz de Mark con la de Simone, a pesar que los coros de todas las canciones eran grabados, sonaron genial las canciones.

Luego tocaron dos canciones de la primera placa: la hermosa Cry For The Moon y The Phantom Agony, la cual dura 9 minutos, a pesar de ello en ningún instante decae, pues tiene una gran cantidad de cambios en cuanto a melodía e interpretación.

Así concluía la primera actuación de la banda en tierras chilenas, el grupo dejó el escenario, pero el público quería aún más y comenzaron a gritar ¡Epica! ¡Epica! ¡Epica!, después de unos minutos regresó a las tablas del Providencia un solo integrante: el tecladista Coen Janssen que tras decir algunas palabras con un cigarro y una cerveza en la mano le agradeció a sus seguidores el estar ahí, acto seguido lanzo la lata de escudo para que la gente la atrapara.

Y se asomó por una esquina Simone, Coen la llamó y volvió a incorporarse para cantar otro tema junto a Janssen, este sería Solitary Ground, la joven interprete lucía celestial gracias a las luces que del suelo emergían, y la canción hermosa, todos tenían clavada la mirada en Simons y compañía.

Finalmente volvieron los demás integrantes de la banda, Mark con una camiseta de la selección chilena, cosa que ya es típica dentro de los conciertos de bandas internacionales. Utilizaron a Consign To Oblivion, la cual tiene una larga duración y al igual que la canción anterior pertenece al segundo lp. Regresó la voz de Mark, quien le daba toque más “death” a la música.

A las 11:10 terminó la actuación de los holandeses, se despidieron, regalaron algunas de sus cosas y dejaron el escenario. Fue muy poca gente a verlos tocar, no sé si les convenía económicamente venir a Chile, aunque sólo de este modo es como podrán tener un lugar dentro del ambiente musical internacional.

fuente: Michele Dorleac www.rockaxis.com

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