domingo, 31 de octubre de 2010
BLODEN WEDD el telonero de RHAPSODY OF FIRE en Chile
Asi es la banda nacional BLODEN WEDD sera el telonero de en este gran concierto que tendra a esta gran banda italiana por nuestro pais el proximo 29 y 30 de noviembre.
aqui les dejo unos temas para que puedan conocer a esta gran banda nacional
domingo, 24 de octubre de 2010
Revive el Concierto de Halford en Chile
El joven guitarrista nacional Jack Bucarey fue el encargado de abrir la velada con su metal de corte instrumental, donde presentó canciones de su muy interesante disco “From Another Planet”. En su biografía, el muchacho cuenta que su principal influencia y motivación musical es Janick Gers de Iron Maiden y por lo visto anoche, se pudo comprobar que el alumno terminó superando al maestro. Hay talento y materia prima para un futuro promisorio, ojalá no se pierda en el camino.
Luego fue el turno del cuarteto Ratzinger y su thrash de corte apocalíptico, liderados por Iván Luther en guitarra rítmica y voz. Con un volumen realmente alto, presentaron oficialmente canciones de su nuevo disco “2012”, del cual regalaron algunas copias al público. Pero tenían preparada una sorpresa especial y esta se concretó cuando subieron los invitados, el guitarrista Alexis Drakher y Sr. Díaz, el vocalista de los legendarios Vastator, quienes todos juntos hicieron una potentísima versión de ‘Nuclear day’, logrando el momento peak del show de Ratzinger que luego se despidieron con ‘Evolution Disaster’. Todo correcto y bien.
Pero el gran momento que todo el mundo estaba esperando se inició con puntualidad británica exactamente a las 21:00 horas, cuando comenzó a sonar la introducción de ‘Resurrection’, el clásico de Halford del disco del mismo nombre editado el año 2000. El escenario presentaba dos pantallas laterales y una “H” al fondo del mismo armada con tubos de acero. El mítico Metal God apareció en escena con un con lentes oscuros y un largo abrigo de cuero negro con flecos y con un dragón alado rojo en la espalda sobre el cual se leía la palabra “Eternal”.
En cancha el sonido era realmente alto y potente, pero muy claro y bastó sólo esta canción para percibir esa grata sensación de que se venía una gran noche, respaldado en el factor irrefutable de que Rob Halford hizo sencillamente una gran interpretación del tema. Todo siguió de forma notable con ‘Made in hell’ y ‘Locked and loaded’, otras dos gemas del “Resurrection”, y ya a estas alturas todo el mundo comentaba lo magnífica y poderosa que sonaba la voz del maestro de ceremonias, a quien se le veía totalmente feliz y disfrutando cada segundo de su actuación.
Tras el primer saludo de rigor con un “The Metal God is Back”, la banda se metió en la interpretación de ‘Drop out’ uno de los temas inéditos de la recopilación “Metal God Essentials Vol. 1” (2008), un tema donde el guitarrista/productor Roy Z se robó la película realizando un técnico solo con su guitarra sobre la espalda. En el otro sector, por el lado derecho del escenario, un hiperactivo y motivadísimo Metal Mike Chlasciak tocaba como si la vida se le fuera a ir en ello, con una sonrisa de oreja a oreja, siendo acompañados de muy buena forma por el ex Lizzy Borden Mike Davis en bajo quien no paró de hacer headbanging en toda la noche mientras se movía por todo el escenario.
Pero si hay algo realmente especial que tiene la banda de Halford (aparte de la propia voz y magia del maestro), es esa fuerza descomunal que viene de atrás, que empuja todo hasta los límites con una técnica y contundencia que deja sin aliento de sólo observar todo lo que el tipo toca y cómo lo toca, claro me refiero al inmenso Bobby Jarzombek que siempre es una estrella aparte en un show de Heavy Metal, sobre todo cuando hace malabares con sus baquetas y va golpeando los platillos hacia atrás por sobre su cabeza. El batero que se dio a conocer con Riot, brilló particularmente en los temas nuevos, que sonaron más pesados aún que en su versión de estudio, y eso fue lo que vino a continuación con ‘Made of metal’ (la canción) y ‘Undisputed’ dos auténticos trallazos, esta última con un intercambio soberbio de leads de la dupla Roy Z/Metal Mike.
Entre canción y canción, Halford iba contando historias y haciendo algunas reflexiones muy interesantes sobre su vida y su larga carrera musical, fue así cuando habló de su recordada banda Fight, diciendo que “los noventa habían sido una época de desafíos, nuevos sonidos y nuevas vibraciones” y se metieron en una adrenalínica y brutal versión de ‘Nail to the gun’ que puso a todo el mundo de cabeza, fue una lástima que no la hubieran pegado con ‘Into the pit’ que fue uno de los temas que se echaron de menos en el set, pero por el contrario, la siguiente fue una oscura y pesadísima ‘Golgotha’ del disco “Crucible” (2002), un trabajo que en cierta forma tiene un punto de conexión con Fight en lo heavy de su material.
‘Fire & ice’, del nuevo disco, fue otro momento muy poderoso, con un Jarzombek desatado a máxima velocidad con su genial doble bombo, un pequeño preámbulo a una brutal tripleta de canciones de Judas Priest: ‘The green manalishi (with the two-proged crown)’ el tema de Fleetwood Mac inmortalizado por Judas en el disco “Hellbent for Leather” (1979), a la que luego le siguió ‘Diamonds and rust” (Joan Baez) en su versión rápida, para rematar con un infartante ‘Jawbreaker’ del clásico e imprescindible “Defenders of the Faith” (1984). Un pasaje insuperable del show.
A estas alturas Halford estaba haciendo un show simplemente redondo, de un nivel altísimo, demostrando que a sus 59 años todavía tiene fuego en su garganta y esa magia que sólo los grandes poseen, esa magia que transmite pasión y carisma con sólo ver al tipo parado sobre el escenario y comprobar una vez más el inmenso frontman que es; quizás por ello no pude evitar recordar a otro grande, a Ronnie James y pensar en lo doloroso que será cuando esta generación de vocalistas irremplazables de la historia del metal ya no estén con nosotros. Afortunadamente el show era tan intenso y sin fisuras ni respiros que no hubo tiempo para ponerse tristes con pensamientos melancólicos sobre el futuro, porque el presente estaba ahí en frente con un maestro dictando cátedra y ‘Like there’s no tomorrow’ del nuevo disco fue un momento muy emotivo con un Halford inmenso, para luego dar paso a una festiva ‘Thunder and lightning’ que tiene esa línea de bajo que recuerda al buen Bon Jovi del pasado y donde el vocalista británico quizo probar haciendo un tema más hard rock, con muy buenos resultados a mi entender.
El final se acercaba y este llegó con una veloz ‘Cyberworld’ del “Resurrection” tras lo cual la banda en pleno se retira. Para el encore Halford volvió al escenario con una bandera chilena como bufanda sobre su cuello, la cual luego mostró al público, la besó y la izó hacia el infinito, reproduciendo la ya clásica imagen de la portada del disco en vivo “Live Insurrection” (2001), en esa imagen inolvidable que unió para siempre al Metal God con sus fans chilenos.
Tras cartón y acompañado sólo por Roy Z en guitarra acústica y sentados sobre unos taburetes, la dupla dedicó una emotiva versión (totalmente fuera de libreto), de la balada ‘in the morning’ del “Crucible” a los ya mundialmente famosos mineros de Copiapó, una historia del cual el Metal God destacó el coraje y belleza humana de la gente de nuestro país. Luego vino una ochentera ‘Heart of a lion’ el tema de Judas (nunca publicado oficialmente por la banda), que primero fue popularizado por los Racer X de Scott Travis y que Halford decidió rescatar hace algunos años. ‘Saviour’ del “Resurrection” fue el punto final de la noche, aunque la gente quedo con ganas de algo más como ‘Painkiller’ pero que se sabía de antemano que en esta gira el vocalista está privilegiando su material solista, completando así 90 minutos exactos de un show realmente potente y estelar, con un Halford que lo dio todo un en nivel realmente alto y que demostró de una manera categórica y aplastante que su reinado sigue intacto. Y lo mejor de todo es que el show quedó registrado para un futuro DVD, porque sin duda, lo de anoche fue de esos shows perfectos para recordar una y otra vez.
Cristián Pavez
“7 Sinners” de HELLOWEEN online
HELLOWEEN ha puesto a disposición del público su nuevo álbum “7 Sinners” para escuchar completo a través de su sitio MySpace.
El tracklist del disco es:
01. Where The Sinners Go (03:35)
02. Are You Metal? (03:38)
03. Who is Mr. Madman? (05:40)
04. Raise The Noise (05:06)
05. World Of Fantasy (05:15)
06. Long Live The King (04:12)
07. The Smile Of The Sun (04:37)
08. You Stupid Mankind (04:05)
09. If A Mountain Could Talk (06:43)
10. The Sage, The Fool, The Sinner (04:00)
11. My Sacrifice (05:00)
12. Not Yet Today (01:11)
13. Far In The Future (07:42)
02. Are You Metal? (03:38)
03. Who is Mr. Madman? (05:40)
04. Raise The Noise (05:06)
05. World Of Fantasy (05:15)
06. Long Live The King (04:12)
07. The Smile Of The Sun (04:37)
08. You Stupid Mankind (04:05)
09. If A Mountain Could Talk (06:43)
10. The Sage, The Fool, The Sinner (04:00)
11. My Sacrifice (05:00)
12. Not Yet Today (01:11)
13. Far In The Future (07:42)
La banda comenta: “7 Sinners” es definitivamente uno de los más rápidos y pesados trabajos de la historia de HELLOWEEN y quema con su vitalidad. Esto es probablemente por la versatilidad de varios de los compositores en la banda que con el tiempo se han vuelto homogéneos, al punto que los 13 temas formaron una sola unidad en el estudio. También influyó el hecho que se grabó completamente sin ningún click-track lo que, considerando la velocidad extrema de las canciones, es un increíble logro. Especialmente para nuestro baterista Löble, que probó que su técnica es de clase mundial. Siguiendo su excelente reloj interno, el bajo y las percusiones llevan canciones como ”Are You Metal?”, ”Long Live The King” y ”Who Is Mr. Madman?” a ritmos que marean. ”7 Sinners”, con su típicas melodías fuertes y esa tangible alegría de tocar, es un diVsco de Metal verdadero que llega a dimensiones asombrosas.
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lunes, 18 de octubre de 2010
MAs de 40 mil personas repletaron el estadio Nacional para ver el concierto de RUSH
Las cerca de 40 mil personas que anoche llegaron hasta el Estadio Nacional marcaron el epílogo del Time Machine Tour, la exitosa gira planetaria de Rush que comenzó en junio en Nuevo México y que tuvo a Santiago como su última estación.
Por ello, este mediodía el trío canadiense dejó la capital en su avión privado para regresar a Norteamérica y enfocarse en sus próximos pasos. El objetivo más inmediato en el horizonte de la banda es Clockwork angels, el nuevo material de estudio del conjunto que integran Geddy Lee, Alex Lifeson y Neil Peart, y que debiera ver la luz en 2011.
"Será un disco conceptual, pero no puedo adelantar la historia. La gente ha cambiado la manera de enfrentar la música, pero seguimos teniendo fe en el disco como un todo, como un viaje. Eso no lo transaremos. El álbum no está terminado y lo finalizaremos tras el paso por Sudamérica", declaró Lee a La Tercera a comienzos de este mes.
Además de un impecable show de casi tres horas de duración, los miembros de Rush dejaron una gran impresión durante su estadía en Santiago: de acuerdo a gente vinculada a la producción del recital, durante el fin de semana los canadienses pasearon como meros turistas por sectores como Bellavista y Providencia, y en todo momento se mostraron muy amables con los fans que les pideron fotos y autógrafos.
Por ello, este mediodía el trío canadiense dejó la capital en su avión privado para regresar a Norteamérica y enfocarse en sus próximos pasos. El objetivo más inmediato en el horizonte de la banda es Clockwork angels, el nuevo material de estudio del conjunto que integran Geddy Lee, Alex Lifeson y Neil Peart, y que debiera ver la luz en 2011.
"Será un disco conceptual, pero no puedo adelantar la historia. La gente ha cambiado la manera de enfrentar la música, pero seguimos teniendo fe en el disco como un todo, como un viaje. Eso no lo transaremos. El álbum no está terminado y lo finalizaremos tras el paso por Sudamérica", declaró Lee a La Tercera a comienzos de este mes.
Además de un impecable show de casi tres horas de duración, los miembros de Rush dejaron una gran impresión durante su estadía en Santiago: de acuerdo a gente vinculada a la producción del recital, durante el fin de semana los canadienses pasearon como meros turistas por sectores como Bellavista y Providencia, y en todo momento se mostraron muy amables con los fans que les pideron fotos y autógrafos.
sábado, 16 de octubre de 2010
Delta – Deny Humanity
Cuando una banda cambia de imagen, lo más lógico es que la música que dicha agrupación interpreta refleje dicha transformación de forma proporcional a lo substancial que es dicho cambio. Para el caso de Delta, para calificar el cambio de imagen y el progreso musical que se presentan junto a este nuevo Deny Humanity, lo mejor es utilizar el adjetivo “elegante”, más que “radical”. Esto, porque en cuanto a su imagen podemos ver un aspecto más ordenado y legible en su logo; mientras que musicalmente la banda demuestra que ha alcanzado a amarrar una identidad musical sin la necesidad escapar de los lugares comunes al género musical en el cual es más simple encasillarlos, el “Metal Progresivo”.
En este sentido, la mejor muestra de lo antes dicho se da al comienzo de la placa, con ‘Over and Over Again’ donde la banda expone sus credenciales de banda progresiva en una pista con una amplia gama de sonoridades y en la que se hace notar el excelente resultado sonoro que se advertirá a través de toda la placa. Por otra parte, destaca la aparición de trabajados coros (en los que participa toda la banda) con influencia directa e irrefutable de Queen, que se repiten en todo el álbum y en diferentes formas.
En seguida, ‘Revolution’ escupe contra el siempre presente y odiado “chaquetero”, ese personaje que –para bien o para mal– ya forma parte del folclor nacional. Todo musicalizado en forma de una pichanguera apuesta de riffs y ritmos más bien estándar, pero ordenados de una forma muy inteligente que resume la rabia contenida tras la temática que da forma a esta potente canción. La formula se repite en ‘Doors Keep Spining’, que adornada con coros que ya se quisieran algunas de bandas de Hardcore, reflexiona respecto a la forma de prisión que han adquirido nuestros hogares producto de la delincuencia. Me sorprendió el poco protagonismo que se le dio en la mezcla final a dichos coros, pues representan un elemento bastante innovador en el campo en que se mueve la banda y por ello debió ser uno de los principales personajes de este corte, más aún tomando en cuenta la temática que aborda.
Saliendo de la brecha más cercana al Heavy Metal –que de todas formas la banda explota de gran forma– tenemos temas como ‘Desire Within’ o ‘Perfect Insanity’, donde aparecen los ya mencionados lugares comunes del Metal Progresivo, como cambios de métrica, largos y virtuosos solos o dúos entre Benjamín Lechuga (Guitarra) y Nicolás Quinteros (Teclados), quien además sorprende con la esporádica presencia de su voz en formato gutural. No es menor mencionar el enorme trabajo logrado por la base rítmica formada por Marcos Sanchez (Bajo) y Andrés Rojas (Batería) en este lanzamiento, pues se pasean sin mayor problema desde pesados parajes, dignos de gigantes como Testament o Nevermore; hacia lo que habitualmente practican bandas de la nueva camada del mundillo progresivo como Evergrey o Seventh Wonder.
En este trabajo, Delta deja en claro la madurez que ha alcanzado al momento de componer riffs y melodías muy diferentes entre sí, pero que se acoplan de gran forma en lo que será un manjar para el paladar del melómano. Esto último queda mejor reflejado desde ‘Fragile’ en adelante, pues es en la última fracción del disco donde la banda supo condensar toda esta madurez ya mencionada y dar rienda suelta a su creatividad musical y artística. Musicalmente nos encontraremos con una mixtura de composiciones y ritmos cuidadosamente estructurados, en que se mezclan elementos tan distantes como los enormes coros y arreglos instrumentales que incluyen ‘Fragile’ y ‘The Human Touch’, los ritmos folclóricos “metalizados”, tipo cueca, que podemos encontrar en ‘2702’ y los juegos vocales que Felipe del Valle interpreta junto a Consuelo Schuster en ‘Virtual Life’. Otro elemento interesante está en la experimentación que ofrece Quinteros, incluyendo algunos arreglos que me recuerdan, guardando las proporciones, a lo que hace Rick Wakeman en su carrera solista y otros que parecieran sacados de una banda de Trip-Hop. Además está el trabajo en la guitarra de Lechuga, quién más que asegurarse utilizando los manoseados artefactos de la velocidad y las acrobacias, se la juega con el feeling y las notas alargadas.
Las últimas canciones del disco, ‘God or Science’ y ‘The Human Touch’ me parecen lo más destacado del disco, y creo que no es casualidad. La primera es una apuesta más directa y al hueso, que incluye ritmos vertiginosos mezclados con bastante experimentación vocal. La segunda me parece, sin exagerar, la mejor canción de la carrera de Delta, pues es una progresión muy bien construida de composiciones y diferentes atmosferas que van desde una parsimonia casi angelical al comienzo, a mucha vivacidad y coros tipo estadio en sus secciones medias. Aquí nuevamente destaca la participación de Consuelo Schuster, con unos tonos altos que se complementan de gran manera los coros creados por la banda.
Por otra parte, en ésta última fracción del disco también me llamó la atención el trabajo en las letras de Felipe Del Valle. Esto, porque en estas últimas pistas (partiendo desde la antes mencionada ‘Fragile’) realiza una fuerte crítica contra el estilo de vida moderno, en una línea argumental que me recordó mucho a lo que hace Warrel Dane de Nevermore tanto en la banda norteamericana como en su muy recomendable disco solista, Praises to the War Machine. Digo esto, porque en las líneas que el vocalista de la banda escribió para estas piezas se nota un desgano hacia la deshumanización como fenómeno social, especialmente enfocado en como la tecnología ha ido reforzando este escenario. Con ‘Fragile’ y ‘Virtual Life’ contrasta la fragilidad de la vida humana con la vida virtual, mientras en ‘God or Science’, Del Valle reafirma su posición yéndose en contra de procesos modernos como la clonación y la fertilización asistida. Finalmente, y de forma muy sólida, termina su argumentación y reflexión sobre la vida moderna con ‘The Human Touch’, concluyendo que, en el fondo, lo único realmente importante es lo netamente humano.
En resumidas cuentas, lo que Delta nos entrega con Deny Humanity es un disco redondo, con una producción y composición al más alto nivel, que además da cuenta de una banda madura y cuyo trabajo de años desemboca en una producción que no tiene nada que envidiarle a las bandas protagonistas de la escena internacional. Después de dos discos que mostraban las diferentes facetas de la banda (Black & Cold y Crashbreaker), pero que fueron incapaces de redondear la propuesta musical de la banda, esta “Denegación a la Humanidad” da en el clavo en todo sentido, y en sus casi 60 minutos de duración resulta en la mejor placa de la corta pero intensa historia de Delta. Es de esperar que con este lanzamiento en la mochila, la banda comience su despegue internacional y tenga la posibilidad de mostrarse en diferentes escenarios del orbe, donde –no me cabe la menor duda– dejará muy bien puesto el nombre de nuestro país.
En este sentido, la mejor muestra de lo antes dicho se da al comienzo de la placa, con ‘Over and Over Again’ donde la banda expone sus credenciales de banda progresiva en una pista con una amplia gama de sonoridades y en la que se hace notar el excelente resultado sonoro que se advertirá a través de toda la placa. Por otra parte, destaca la aparición de trabajados coros (en los que participa toda la banda) con influencia directa e irrefutable de Queen, que se repiten en todo el álbum y en diferentes formas.
En seguida, ‘Revolution’ escupe contra el siempre presente y odiado “chaquetero”, ese personaje que –para bien o para mal– ya forma parte del folclor nacional. Todo musicalizado en forma de una pichanguera apuesta de riffs y ritmos más bien estándar, pero ordenados de una forma muy inteligente que resume la rabia contenida tras la temática que da forma a esta potente canción. La formula se repite en ‘Doors Keep Spining’, que adornada con coros que ya se quisieran algunas de bandas de Hardcore, reflexiona respecto a la forma de prisión que han adquirido nuestros hogares producto de la delincuencia. Me sorprendió el poco protagonismo que se le dio en la mezcla final a dichos coros, pues representan un elemento bastante innovador en el campo en que se mueve la banda y por ello debió ser uno de los principales personajes de este corte, más aún tomando en cuenta la temática que aborda.
Saliendo de la brecha más cercana al Heavy Metal –que de todas formas la banda explota de gran forma– tenemos temas como ‘Desire Within’ o ‘Perfect Insanity’, donde aparecen los ya mencionados lugares comunes del Metal Progresivo, como cambios de métrica, largos y virtuosos solos o dúos entre Benjamín Lechuga (Guitarra) y Nicolás Quinteros (Teclados), quien además sorprende con la esporádica presencia de su voz en formato gutural. No es menor mencionar el enorme trabajo logrado por la base rítmica formada por Marcos Sanchez (Bajo) y Andrés Rojas (Batería) en este lanzamiento, pues se pasean sin mayor problema desde pesados parajes, dignos de gigantes como Testament o Nevermore; hacia lo que habitualmente practican bandas de la nueva camada del mundillo progresivo como Evergrey o Seventh Wonder.
En este trabajo, Delta deja en claro la madurez que ha alcanzado al momento de componer riffs y melodías muy diferentes entre sí, pero que se acoplan de gran forma en lo que será un manjar para el paladar del melómano. Esto último queda mejor reflejado desde ‘Fragile’ en adelante, pues es en la última fracción del disco donde la banda supo condensar toda esta madurez ya mencionada y dar rienda suelta a su creatividad musical y artística. Musicalmente nos encontraremos con una mixtura de composiciones y ritmos cuidadosamente estructurados, en que se mezclan elementos tan distantes como los enormes coros y arreglos instrumentales que incluyen ‘Fragile’ y ‘The Human Touch’, los ritmos folclóricos “metalizados”, tipo cueca, que podemos encontrar en ‘2702’ y los juegos vocales que Felipe del Valle interpreta junto a Consuelo Schuster en ‘Virtual Life’. Otro elemento interesante está en la experimentación que ofrece Quinteros, incluyendo algunos arreglos que me recuerdan, guardando las proporciones, a lo que hace Rick Wakeman en su carrera solista y otros que parecieran sacados de una banda de Trip-Hop. Además está el trabajo en la guitarra de Lechuga, quién más que asegurarse utilizando los manoseados artefactos de la velocidad y las acrobacias, se la juega con el feeling y las notas alargadas.
Las últimas canciones del disco, ‘God or Science’ y ‘The Human Touch’ me parecen lo más destacado del disco, y creo que no es casualidad. La primera es una apuesta más directa y al hueso, que incluye ritmos vertiginosos mezclados con bastante experimentación vocal. La segunda me parece, sin exagerar, la mejor canción de la carrera de Delta, pues es una progresión muy bien construida de composiciones y diferentes atmosferas que van desde una parsimonia casi angelical al comienzo, a mucha vivacidad y coros tipo estadio en sus secciones medias. Aquí nuevamente destaca la participación de Consuelo Schuster, con unos tonos altos que se complementan de gran manera los coros creados por la banda.
Por otra parte, en ésta última fracción del disco también me llamó la atención el trabajo en las letras de Felipe Del Valle. Esto, porque en estas últimas pistas (partiendo desde la antes mencionada ‘Fragile’) realiza una fuerte crítica contra el estilo de vida moderno, en una línea argumental que me recordó mucho a lo que hace Warrel Dane de Nevermore tanto en la banda norteamericana como en su muy recomendable disco solista, Praises to the War Machine. Digo esto, porque en las líneas que el vocalista de la banda escribió para estas piezas se nota un desgano hacia la deshumanización como fenómeno social, especialmente enfocado en como la tecnología ha ido reforzando este escenario. Con ‘Fragile’ y ‘Virtual Life’ contrasta la fragilidad de la vida humana con la vida virtual, mientras en ‘God or Science’, Del Valle reafirma su posición yéndose en contra de procesos modernos como la clonación y la fertilización asistida. Finalmente, y de forma muy sólida, termina su argumentación y reflexión sobre la vida moderna con ‘The Human Touch’, concluyendo que, en el fondo, lo único realmente importante es lo netamente humano.
En resumidas cuentas, lo que Delta nos entrega con Deny Humanity es un disco redondo, con una producción y composición al más alto nivel, que además da cuenta de una banda madura y cuyo trabajo de años desemboca en una producción que no tiene nada que envidiarle a las bandas protagonistas de la escena internacional. Después de dos discos que mostraban las diferentes facetas de la banda (Black & Cold y Crashbreaker), pero que fueron incapaces de redondear la propuesta musical de la banda, esta “Denegación a la Humanidad” da en el clavo en todo sentido, y en sus casi 60 minutos de duración resulta en la mejor placa de la corta pero intensa historia de Delta. Es de esperar que con este lanzamiento en la mochila, la banda comience su despegue internacional y tenga la posibilidad de mostrarse en diferentes escenarios del orbe, donde –no me cabe la menor duda– dejará muy bien puesto el nombre de nuestro país.
Título: Deny Humanity
Duración 59 Minutos
Fecha de LanzamientoAgosto, 2010
SelloAustralis Records
Tipo de LanzamientoLP
Tracklist
- Fatal Error
- Over and Over Again
- Revolution
- Desire Within
- Doors Keep Spining
- Perfect Insanity
- Fragile
- 2702
- Virtual Life
- God or Science
- The Human Touch
Alineación
- Felipe del Valle(Voces)
- Benjamín Lechuga(Guitarras, Coros)
- Nicolás Quinteros(Teclados, Coros)
- Andrés Rojas(Batería)
- Marcos Sanchez(Bajo, Coros)
- creado por collapse.cl
Big Metal Fest: CAMBIO DE LUGAR
asi es el BIG METAL FEST a cambiado el lugar del concierto ahora el show sera en el teatro cauplican este 10 de noviembre. si los fanaticos de Anthrax, Sepultura & Dorso se cambia al caupolican
miércoles, 10 de noviembre 19:30 Hrs.
Teatro Caupolicán - Santiago
Precios: $ 29.000
Halford visita Chile
jueves, 14 de octubre de 2010
Blind Guardian en Chile
asi es esta banda podria venir durante el 2011, esto es afirmado por la propia banda otorgada a la revista BULLBOZER, en su ultima edicion de este mes de octubre.
miércoles, 13 de octubre de 2010
Rage Against The Machine ganó La Batalla de Santiago
Rage Against The Machine prometió una venganza. Y lo hizo. Vengó los años en que la pasión del público chileno crecía y crecía y nunca pudo verlos en vivo. Por eso lo de ayer fue una especie de explosión, una bien llamada catarsis colectiva que, lejos de ser recordada como el día en que algunos de los que compraron cancha general se pasaron hacia Rock Area, será más bien el día en que se libró una batalla conceptual en la que el rock triunfó.
Por eso, en Sonar 105 7 lo de el Bicentenario de La Florida sabe a victoria. Porque una vez más quedó demostrado que la música es un sentimiento casi tan grande como otros que dicen serlo, y los músicos, son artistas que si saben lo que es tener al frente a un público de esa magnitud y eso merece respeto. Y ese respeto se demuestra con energía. Con buenos acordes. Con actitud. Con rock.
"La Batalla de Santiago" la ganaron y la ganamos todos los que fueron testigos.
sábado, 9 de octubre de 2010
Maquinaria pasa la prueba reuniendo a 40 mil personas
Caminando solo unos pocos metros, quienes hoy asistieron al Club Hípico de Santiago pudieron ver con pocos minutos de diferencia al chileno Latin Bitman, a los brasileños Cavalera Conspiracy y a los estadounidenses Yo la Tengo. Una muestra de la diversidad que marcó el desarrollo del Festival Maquinaria, el primer evento de esta magnitud hecho en Chile y cuya apuesta fue un éxito.
Fueron más de 40 mil personas -en su mayoría jóvenes de entre 15 y 30 años- los que logró juntar el evento a lo largo de 12 horas y en tres escenarios, las que en su recta final seguían esperando a Incubus y Linkin Park, dos de los platos fuertes del cartel.
A las 12.30 horas se abrieron las puertas del recinto, con cerca de 5 mil personas ingresando sin inconvenientes para ver a los primeros artistas. El chileno Pedropiedra fue el encargado de abrir los fuegos de la jornada, pasadas las 13.30 horas, tal como estaba programado. De hecho, la puntualidad fue una de las constantes de la jornada y el timming entre unas banda y otra funcionaba hasta las 21 horas según lo previsto, y sin problemas de sonido entre un escenario y otro.
Durante la tarde, el conjunto chileno-mexicano Hoppo! (liderado por Rubén Albarrán, en la foto, que le dedicó un tema a los 33 mineros), Latin Bitman, los argentinos El Otro Yo y los brasileños Calavera Conspiracy fueron los que más público reunieron en sus escenarios. A ellos les siguió el trío estadounidense Yo la Tengo, que con una aplaudida actuuación demostraron por qué se han convertido en unos de los emblemas del indie estadounidense.
A las 18.30 horas apareció uno de los grupos más esperados de la jornada, los rockeros de Queen of the Stone Age, quienes encendieron el llamado Escenario Verde, cerca de 2 horas, con sus canciones de riff de alto voltaje rockero, como Little sister y No one knows.
A las 20 horas fue el turno del cuarteto Pixies, quienes con su formación original, reunida en 2004 -tras 11 años de receso-, recorrieron gran parte de los himnos que los erigieron como banda fundamental de la escena alterantiva. Here comes your man y Velouria fueron algunos de los éxitos interpretados por Black Francis y compañía, mostrando el fiato propio de un conjunto con más de 20 años de trayectoria.
En la recta final, subía al Escenario Verde el grupo Linkin Park, quienes junto a sus compatriotas de Incubus prometían congregan a la mayor cantidad de público -en especial, adolescentes con polera del grupo incluida- hasta pasada la medianoche.
fuente: latercera.com
Fueron más de 40 mil personas -en su mayoría jóvenes de entre 15 y 30 años- los que logró juntar el evento a lo largo de 12 horas y en tres escenarios, las que en su recta final seguían esperando a Incubus y Linkin Park, dos de los platos fuertes del cartel.
A las 12.30 horas se abrieron las puertas del recinto, con cerca de 5 mil personas ingresando sin inconvenientes para ver a los primeros artistas. El chileno Pedropiedra fue el encargado de abrir los fuegos de la jornada, pasadas las 13.30 horas, tal como estaba programado. De hecho, la puntualidad fue una de las constantes de la jornada y el timming entre unas banda y otra funcionaba hasta las 21 horas según lo previsto, y sin problemas de sonido entre un escenario y otro.
Durante la tarde, el conjunto chileno-mexicano Hoppo! (liderado por Rubén Albarrán, en la foto, que le dedicó un tema a los 33 mineros), Latin Bitman, los argentinos El Otro Yo y los brasileños Calavera Conspiracy fueron los que más público reunieron en sus escenarios. A ellos les siguió el trío estadounidense Yo la Tengo, que con una aplaudida actuuación demostraron por qué se han convertido en unos de los emblemas del indie estadounidense.
A las 18.30 horas apareció uno de los grupos más esperados de la jornada, los rockeros de Queen of the Stone Age, quienes encendieron el llamado Escenario Verde, cerca de 2 horas, con sus canciones de riff de alto voltaje rockero, como Little sister y No one knows.
A las 20 horas fue el turno del cuarteto Pixies, quienes con su formación original, reunida en 2004 -tras 11 años de receso-, recorrieron gran parte de los himnos que los erigieron como banda fundamental de la escena alterantiva. Here comes your man y Velouria fueron algunos de los éxitos interpretados por Black Francis y compañía, mostrando el fiato propio de un conjunto con más de 20 años de trayectoria.
En la recta final, subía al Escenario Verde el grupo Linkin Park, quienes junto a sus compatriotas de Incubus prometían congregan a la mayor cantidad de público -en especial, adolescentes con polera del grupo incluida- hasta pasada la medianoche.
fuente: latercera.com
martes, 5 de octubre de 2010
linkin park en vivo - live in New York
preparándose para lo que sera el festival Maquinaria en Chile.
disfruten esta presentación en vivo.
disfruten esta presentación en vivo.
viernes, 1 de octubre de 2010
Confirmado FAITH NO MORE Y PRIMUS visitan este 5 de Diciembre el estadio Bicentenario de la florida
Tal como lo prometieron, Faith No More cerrará su gira de reunión en Santiago. Y ojo que será un único gran concierto en el continente. Así de fascinados quedaron con Chile.
Y no es todo porque la los teloneros serán de lujo: Primus, viene por primera vez.
Pues bien, las entradas salen a la venta desde el 12 de Octubre y los precios son los que puedes ver más abajo.
Los tickets se pueden comprar vía Puntoticket, en las tiendas Ripley, en www.puntoticket.cl o llamando al 600 462 6000.
Y si quieres comprarlos sin recargo, puedes hacerlo en la tienda SoldOut, local 79 en el Portal Lyon.
Los precios que aparecen más abajo no incluyen el recargo por servicio.
Entradas
Galería (preventa 1-10.000) - $18.000
Galería - $22.000
Cancha General (preventa 1-10.000) - $25.000
Cancha General - $29.000
Andes (preventa 1-10.000) - $32.000
Andes - $38.000
Pacífico Numerado (preventa 1-10.000) - $40.000
Pacífico Numerado - $46.000
Rock Area (preventa 1-10.000) - $48.000
Rock Area - $54.000
Y no es todo porque la los teloneros serán de lujo: Primus, viene por primera vez.
Pues bien, las entradas salen a la venta desde el 12 de Octubre y los precios son los que puedes ver más abajo.
Los tickets se pueden comprar vía Puntoticket, en las tiendas Ripley, en www.puntoticket.cl o llamando al 600 462 6000.
Y si quieres comprarlos sin recargo, puedes hacerlo en la tienda SoldOut, local 79 en el Portal Lyon.
Los precios que aparecen más abajo no incluyen el recargo por servicio.
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Galería (preventa 1-10.000) - $18.000
Galería - $22.000
Cancha General (preventa 1-10.000) - $25.000
Cancha General - $29.000
Andes (preventa 1-10.000) - $32.000
Andes - $38.000
Pacífico Numerado (preventa 1-10.000) - $40.000
Pacífico Numerado - $46.000
Rock Area (preventa 1-10.000) - $48.000
Rock Area - $54.000
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