Las cerca de 40 mil personas que anoche llegaron hasta el Estadio Nacional marcaron el epílogo del Time Machine Tour, la exitosa gira planetaria de Rush que comenzó en junio en Nuevo México y que tuvo a Santiago como su última estación.
Por ello, este mediodía el trío canadiense dejó la capital en su avión privado para regresar a Norteamérica y enfocarse en sus próximos pasos. El objetivo más inmediato en el horizonte de la banda es Clockwork angels, el nuevo material de estudio del conjunto que integran Geddy Lee, Alex Lifeson y Neil Peart, y que debiera ver la luz en 2011.
"Será un disco conceptual, pero no puedo adelantar la historia. La gente ha cambiado la manera de enfrentar la música, pero seguimos teniendo fe en el disco como un todo, como un viaje. Eso no lo transaremos. El álbum no está terminado y lo finalizaremos tras el paso por Sudamérica", declaró Lee a La Tercera a comienzos de este mes.
Además de un impecable show de casi tres horas de duración, los miembros de Rush dejaron una gran impresión durante su estadía en Santiago: de acuerdo a gente vinculada a la producción del recital, durante el fin de semana los canadienses pasearon como meros turistas por sectores como Bellavista y Providencia, y en todo momento se mostraron muy amables con los fans que les pideron fotos y autógrafos.
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